Hacer algo increíblemente molesto, humillante o indignante a otra persona y, cuando esta se queja, reírse despreocupadamente y preguntar retóricamente si esa persona va a matarnos es la principal causa de muerte en España, según un estudio publicado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así pues, “Jajaja, ¿y qué vas a hacer al respecto? ¿Matarme? ¿Vas a coger un cuchillo y me vas a matar? Jajaja, no me hagas reír, hombre”, son ya las últimas palabras más habituales entre los ciudadanos, superando a otras expresiones hasta ahora más comunes como “estoy bien, me encuentro perfectamente” o la tradicional “ah, ah, me muero”.
Otra frase muy habitual antes de morir es “No voy a dejar de [aparcar en tu plaza de parking / convocar reuniones de trabajo a las seis de la tarde / poner el disco ‘Africa’ de Toto a todo volumen y a todas horas] solo porque tú me lo digas… Te he dicho mil veces que no hay nada que puedas hacer al respecto excepto quizá, no sé, matarme con el martillo ese que acabas de coger y que no sé para qué es… Pues ya que lo tienes, te aconsejo que cojas y me golpees con él hasta matarme… pues, en caso contrario, voy a seguir haciendo lo que me dé la gana porque eres un pringado/a y no te respeto en absoluto”.
De los datos se extrae, pues, que infravalorar el enfado de la otra persona a causa de algo que estamos haciendo y medir erróneamente hasta qué punto la hemos llevado al límite sin siquiera contemplar la posibilidad de ser asesinados y, a continuación, seguir haciendo eso que estábamos haciendo durante unos segundos más es lo último que hacemos los españoles antes de fallecer (generalmente a martillazos o a golpes dados con las manos desnudas de una persona hasta entonces inofensiva).
Las siguientes últimas palabras más habituales en la lista son “¿Que no hay huevos?”, pronunciadas por el 12% de los españoles fallecidos, seguidas muy de cerca por “salimos de ‘tranquis’, que mañana hay que trabajar”.
Por su parte, también según el INE, las primeras palabras más habituales de los españoles siguen siendo “Hola, padre, hola, madre, acabo de nacer, encantado de conoceros”.
