Tras el asalto al Capitolio y su posterior expulsión de varias redes sociales, incluidas Facebook y Twitter, Donald Trump ha tardado unos días en reaparecer, y lo ha hecho hoy con un carácter irreconocible: calmado, dialogante y cordial. “El ambiente en Twitter es tan tóxico que, si no vas con cuidado, acabas convertido en un idiota como los otros tuiteros”, ha dicho el aún presidente de los Estados Unidos con una sonrisa de oreja a oreja y completamente relajado.
Trump ha afirmado que, en cuanto se alejó de Twitter, empezó a sentirse “más tranquilo, menos irascible e incluso más inteligente”. Según ha dicho, cuando tenía Twitter era físicamente incapaz de reconocer que estaba equivocado, algo que ya no le sucede ahora.
“Pues claro que Joe Biden ha ganado las elecciones, jaja. Decir lo contrario es un bulo de Twitter”, ha declarado Trump distanciándose de la radicalidad de “algunos locos de internet a los que es mejor ignorar”.
Y ha añadido: “Los demócratas tienen razón en algunas cosas, claro que sí… Toda convicción es una cárcel y a mí me gusta, sobre todo, escuchar”.
El político ha reconocido que las redes sociales le generaban ansiedad e irritabilidad, impidiéndole ser productivo. Trump ha dedicado sus últimos días a trabajar, a pintar y a escribir una novela, “Los desheredados», que empezó hace dos días y que ya tiene muy avanzada.
