Las niñas y niños españoles de entre dos y cinco años han lamentado esta semana la subida del precio de la luz. Los menores denuncian que, con el aumento de la factura, meter los dedos en el enchufe costará un 27 por ciento más caro.
Tras este incremento, gran parte de los niños solo podrá permitirse meter un único dedo en el enchufe. Con ánimo de incentivar el ahorro, el Gobierno español recomienda a los menores introducir el dedo meñique, “que es más pequeño y probablemente consume menos”.
Las compañías eléctricas aseguran que el horario más barato para meter los dedos en el enchufe es de las 0:00 a las 8:00, justo cuando el monstruo se esconde debajo de la cama.
Los más pequeños denuncian que muchos de ellos ya se vieron obligados a dejar de ponerse bolsas de plástico en la cabeza cuando los supermercados empezaron a cobrar por ellas.
Por su parte, y debido también a la subida de la factura eléctrica, se calcula que miles de adultos no podrán meterse en la bañera con la tostadora enchufada.