Tanto ir de abanderado de la anticorrupción echando al tercer mejor presidente de nuestra democracia después de Franco y de Aznar en una ignominiosa y terrorista moción de censura, y resulta que ahora el Sanchimpapas tenía a un corrupto a sueldo como si fuera un etarra de Bildu o un catalán más. El tiempo pone a cada uno en su lugar y el suyo está fuera de ESPAÑA.
Ahora el Abalicioso se la ha jugado al Psicópedrata Sánchez y se va a comer un sándwich mixto de fruta madre en el Congreso de los Diputados. Es una lástima que el Abalicioso haya acabado así, porque no es un mal político y en el Partido Popular, por ejemplo, habría sido más respetado, pero al que se acuesta con niños ya se sabe cómo se levanta.
La formación terrorista PSOE se resquebraja. Al circo del payaso Sánchez le crecen los abalitos. Esto es solo el principio. O el final. Ábalos será lo que se quiera, pero en un sándwich mixto no hay chorizo porque el chorizo está volando en el Falcon.
Ya hasta los de su propio partido le dan la espalda. Los cuarenta millones de españoles de bien deberíamos independizarnos y fundar una España nueva en la que no hubiera sitio ni para Perro Sánchez, ni para cinco millones de terroristas catalanes, ni dos millones de etarras, ni diez millones de feminazis, ni esos seis o siete millones de progrewokes. Por no hablar de todos los miles de sin papeles con pensión millonaria en el banco y pensión completa pagada por todos nosotros en los mejores hoteles del país.
Hay que levantar España para barrer bien toda la mierda que hay debajo. Bye bye.
