La activista por el clima Greta Thunberg, que se dio a conocer como activista medioambiental en 2018 cuando apenas tenía 15 años, ha sido vista recientemente respirando oxígeno en un vídeo, lo que pone en entredicho su coherencia, ya que estaría malgastando esos recursos naturales que tanto le preocupan.
En el vídeo difundido se ve a Thunberg coreando consignas en favor de los terroristas de Hamás y en algunos “framesh” se puede apreciar cómo abre la boca, acaparando el aire de todos. ¿Qué pasa, que el medio ambiente solo lo tenemos que proteger los demás?
El hecho de que la activista siga viva choca de frente con lo que ella misma propone, que es ahorrar al máximo los recursos naturales de los que dispone el planeta Tierra. La hipocresía de Thunberg no conoce límites: permaneciendo con vida está gastando oxígeno y emitiendo CO2 y calor, dado que asumimos que está a 37 grados centígrados.
Algunos detractores no han dudado en calificar esta situación como una flagrante hipocresía por parte de la activista, argumentando que el hecho de respirar oxígeno mientras aboga por la protección del medio ambiente es una muestra de una doble vara de medir: a los demás nos pide que no usemos el coche porque emite CO2 mientras ella respira a manos llenas.
Según nuestros cálculos, el oxígeno que gasta Greta en un día podría salvar la vida a dos pingüinos, pero parece que a ella lo que le importa es estar por ahí respirando a su bola, llamando la atención.
Mientras dicta políticas de contención a los gobiernos progretristes ella no hace nada por evitar respirar oxígeno (por ejemplo, respirando menos, permaneciendo tumbada y sin hacer nada o incluso muriéndose).
¡Decrece tú, niña climática!
¿Qué pasa, que el medio ambiente solo lo tenemos que proteger los demás, Greta? ¿Cuánta caca has hecho hoy? Ah, ah. Eso qué. ¿Qué pasa con eso?
Venga, hombre. Que recicle tu puta madre, Greta.
