Pocos españoles han dado más trabajo a personas de color que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Pocas personas se han roto literalmente el lomo como él para defender los derechos humanos en el deporte y también fuera de las canchas y de los estadios. Pocas personas se han partido la cara como ha hecho él para defender a minorías tan perseguidas como la madridista frente a una sociedad cada vez más hostil.
¿Hasta cuándo los madridistas serán perseguidos solo por el color de sus camisetas (el blanco)?
La labor incansable de Florentino Pérez merece ser reconocida cuanto antes y es hora de preguntarse: ¿cuánto más van a tardar los suecos en otorgarle a Fernández el merecido Nobel de la Paz? ¿Por qué personas que nadie conoce como Martín Lurker Kings tiene un Nobel y nuestro presidente no? ¿Cuántas carreteras ha construido el tal Lurther King? ¿Cuántos equipos ha presidido?
¿A cuántos jugadores de color ha defendido? A ninguno. Sus hamburguesas, deliciosas, pero su lucha por los derechos humanos no es comparable a la de Pérez.
¡Viva España!
¡Viva el Real Madrid!
¡Viva Florentino Pérez!
