Después de gozar de casi unos tres años de protagonismo, el cambio climático ha lamentado que su minuto de gloria haya pasado y no esté ya ni siquiera entre los diez principales motivos del fin del mundo. “Hasta hace dos años era la principal amenaza para la humanidad y ahora mismo no estoy ni en la conversación”, se queja.
Aunque el cambio climático reconoce que nunca llegó a ser del todo mainstream por culpa de los negacionistas, sí echa de menos la época en la que la gente le tenía miedo e incluso se hablaba de ponerle soluciones. “Llegó a haber manifestaciones y huelgas en mi nombre, parecía que mi éxito iba a ser duradero, pero entre pandemias, guerras mundiales y desastres nucleares me he quedado estancado”, reconoce.
“Las nuevas generaciones vienen muy fuertes”, explica en relación a la guerra nuclear, el meteorito que va a destruir el planeta y el tsunami cerca de Fukushima que le han pasado por delante en los últimos días. El cambio climático ha aprendido de la peor forma posible que llegar es mucho más fácil que mantenerse. “A mí el éxito no me ha cambiado, espero que el fracaso tampoco lo haga”, se ha sincerado.
“He visto a Greta con camisetas en contra de la Tercera Guerra Mundial y no puedo negar que me ha hecho mucho daño”, ha declarado el cambio climático. Por fortuna, “algo de concienciación queda” porque los contenedores de Ecovidrio siguen llenándose cada día y el reciclaje se ha asentado en la rutina de todo el mundo.
El cambio climático, hasta ahora la mayor amenaza del planeta, lamenta haber sido relegado a “una forma tonta de cargarse el mundo” como cualquier otra, tal y como puede verse en esta canción que forma parte de una campaña publicitaria: