La pandemia y el consecuente auge del teletrabajo ha disparado el alquiler compartido de pisos de lujo por parte de empleados que viven en casas “poco aparentes” y se sienten acomplejados en las videollamadas del trabajo. Lo confirma un estudio encargado por EVO Banco presentado esta semana: “En las visitas, se fijan solo en el fondo del salón, en lo que se ve en pantalla. De hecho, muchos presionan para alquilar solo el salón con el fondo que les interesa, el resto les da igual”, señala el informe, que añade además que “entre los interesados hay incluso ejecutivos del IBEX-35 que alquilan casas un poco menos lujosas que las suyas, para que no sea un ‘canteo’”.
Ricardo es uno de los testimonios que cita el estudio. Relata este trabajador que “me sentía un poco humillado viendo las casas de mis compañeros, mucho mejores que la mía”. Cuenta avergonzado que, en una reunión, su micrófono abierto por error captó sus quejas de los fondos del resto. «Y claro, luego te enteras de que muchos hacen trampas y se alquilan casas para las ‘calls’. Eso no vale”, argumenta.
“Mi jefe se me puso a llorar cuando vio que estoy currando delante de la lavadora, se dio cuenta de lo poco que me paga. Lloró pero no llegó a sacar el tema del aumento, ojo”, lamenta otra afectada.
Dada la situación, EVO Banco ha presentado la hipoteca fija a 30 años más barata frente a los cinco principales bancos españoles. El objetivo es “que la gente pueda permitirse vivir y trabajar cómodamente, sin artimañas”.
“Pues voy a mirar esto de la hipoteca de EVO porque estoy harto de aprovechar las visitas a Ikea para hacer videollamadas y fingir que vivo en una casa normal”, sentencia uno de los interesados.
