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Que te inviten a una cita es de las cosas más halagadoras que existen, pero en ocasiones la persona que te lo propone no es de tu agrado y te ves obligada a rechazarla generando una incómoda tensión. Hoy que es San Valentín y que probablemente más gente de lo normal te intente conquistar, queremos compartir contigo unos consejos que te ayudarán a rechazar una cita elegantemente y evitar así reproches innecesarios.

Pídele que te rellene un formulario y que te presente una serie de documentos para poder admitir a trámite su propuesta. La burocracia está de moda y este invierno se está llevando mucho. Si quieres comportarte de forma elegante con esa persona que no te gusta pero te da pereza rechazarla a la cara, simplemente explícale que, por mucho interés que tengas en ella, si no te entrega una fotocopia de su pasaporte firmada y el formulario FR103 de la Seguridad Social debidamente complementado, tienes las manos atadas y no puedes compartir con él la información demandada. Cada vez que te entregue un formulario, exígele que te abone las tasas; romperle el corazón a alguien duele menos cuando tienes un bolso nuevo y elegante.

Prepara una presentación en Power Point en la que le explicas los motivos de tu rechazo. En estos casos es mejor no ser muy brusca pero tampoco demasiado imprecisa, así que lo mejor es llevarlo a la sala de juntas y exponerle con gráficos, datos objetivos y dibujos, tanto a él como al resto de la oficina, por qué es mejor que no empecéis a salir juntos. De esta forma no quedarás con él después de tu jornada laboral pero sí quedarás como una persona elegante y con mucha clase.

Pídele tiempo, pero sé muy concreta: Pídele 326 horas, 47 minutos y 15 segundos. Si le pides un periodo de tiempo muy específico para pensar en tu contestación, la persona comprenderá que te tomas tan en serio su propuesta que incluso has establecido tu propio complejo sistema para valorarla. Cada vez que te cruces con esa persona, en lugar de responderle con verbos, adjetivos o preposiciones, limítate a indicar las horas, minutos y segundos exactos que restan para llegar al momento de transmitirle tu decisión. De esta manera estará preparado para asumir el resultado, sea el que sea.

Arráncate los globos oculares antes de responderle. Algunos hombres, si les miras directamente a los ojos cuando les hablas, aunque les estés rechazando, pueden interpretar que quieres tener sexo con ellos. Otros hombres, por el contrario, si comprueban que evitas mirarles a los ojos de manera intencionada, aunque también les estés rechazando, pueden interpretar que quieres tener sexo con ellos, así que lo mejor es arrancarse los ojos antes de dar tu respuesta y evitar confusiones. Además, no hay nada más elegante y a la moda este invierno que llevar las dos cavidades oculares vacías.

Quédate inmóvil y en silencio para siempre. No importa lo mucho que te insista, ni siquiera si empieza a abanearte para que reacciones o empieza a gritar pidiendo auxilio. Mantente ajena a todas las personas que se arremolinan a tu alrededor. Da igual lo que te pregunten los de la ambulancia, tú mantente siempre inmóvil y en silencio. Si no vuelves a hablar o moverte en lo que te queda de vida, la persona que te pidió la cita perderá el interés en ti y te ahorrarás el mal trago de romperle el corazón.

Colócate la mano en el pecho y aprieta tus uñas con fuerza hasta atravesar la piel y llegar al corazón. La honestidad es elegante, eso es algo que cualquier “it girl” te puede decir. Así que, cuando te pidan una cita y no quieras tenerla, la mejor manera de demostrar honestidad es atravesar el tejido de tu ropa con la mano hasta llegar a la piel, y cuando tu mano se impregne de sangre y ésta empiece a gotear por el suelo, arrancarte el corazón y apretarlo con fuerza elevándolo por encima de la cabeza de la persona que te ha pedido la cita. Luego, le dices que lo lamentas pero que rechazas su invitación. Mostrándole tu órgano de mayor importancia al manifestar tu negativa, comprenderá que eres una persona con las ideas claras y desistirá de volver a cortejarte.

Ve a cenar con la persona para explicarle detalladamente y con total honestidad por qué no quieres tener una cita con ella. Vuelve a verla a los pocos días para seguir explicándole los motivos de tu rechazo para que no se sienta mal. Acuéstate con ella si es necesario, las personas toleran mucho mejor el rechazo durante el sexo. Ten hijos con esa persona y haz que sean ellos los que le expliquen por qué lo vuestro jamás funcionaría. Envejece con ella hasta llegar al momento de tu muerte, y entonces utiliza tus últimas palabras para decirle tajantemente que, aunque te sientes muy halagada por su propuesta, es mejor tomar caminos separados.