7Excavar un túnel secreto bajo la bañera donde enterramos los huesos de nuestro “crush”.

Esto es algo que sólo comentamos a veces entre nosotras pero jamás con un desconocido. Y menos con los nuevos ‘crush’. ¡Saldrían huyendo!
6Mirarnos al espejo y susurrar «Dame un bebé, dame un bebé, dame un maldito bebé ahora o te juro que, te juro que yo qué sé».

Lo hacemos todas sin excepción.
5Colocar barras de labios en fila india y pronunciar un discurso motivacional como si fueran nuestros empleados de la belleza.

Es un hábito muy extendido pero que sólo se practica a solas.
4Quitar todos los azulejos y volver a alicatar el baño de otro color. Observar el resultado, decir «No es como yo esperaba», arrancar los azulejos y volver a colocar los anteriores.

“Mmm… no, me gustaba más antes”.
3Tirar de los pelos atrapados en el desagüe y pescar una bola gigante que luego nos ponemos en el sostén a modo de relleno.

Eso explica por qué se van acumulando y, un buen día, desaparecen. No es algo que vayamos explicando por ahí… Todas tenemos nuestros truquis de belleza y este es uno de ellos.