Se trata del primer insecto con problemas de obesidad detectado por los expertos y ha sido visto esta mañana en Santander a la salida de un Starbucks, donde ha provocado cierto revuelo al rodear a algunos clientes del establecimiento para obtener alimento.
Tras ser capturado, no sin dificultades, el insecto ha sido trasladado a un laboratorio en el que está siendo estudiado. «Pesa 120 kilos porque pica entre horas, no es capaz de contenerse», confirman los entomólogos.
Usa el insecticida de desodorante
El mosquito, bautizado como «Aedes Obesus», lleva horas golpeando con la cabeza el cristal del habitáculo en el que ha sido recluido y señala con las patas un bocadillo de mortadela que está fuera de su alcance.
«Le hemos servido un recipiente con sangre y nos ha mirado como diciendo ‘pero esto qué es’. Está claro que el contacto con el hombre le ha llevado a adquirir hábitos alimenticios propios de la sociedad occidental», argumenta uno de los especialistas, que no descarta poner el insecto a dieta «antes de que engorde más y escape a nuestro control». Además, las primeras pruebas con el animal confirman que es inmune al insecticida: «Cuando le rocías con el spray, levanta las patas y te acerca el sobaco», insisten los entomólogos.
Podría ser un cruce entre un mosquito y un gordo común
Las investigaciones no descartan que el mosquito sea fruto del apareamiento entre un mosquito y un gordo común, dado que «hay gente que se aparea con cualquier cosa y luego pasa lo que pasa». Las autoridades sospechan que se trata de Justo Nuño “El Mortadelo”, un conocido delincuente que ya estafó dos mil euros disfrazándose de parquímetro y fue detenido más recientemente por colarse en el baño de una vecina disfrazado de pato de ducha.
