«Joder, tío, eres un máquina”. Así felicitaba esta semana el cantante Manel Navarro a Miki Núñez, su sucesor en el concurso de Eurovisión, sin ocultar su admiración por la cantidad de puntos que obtuvo su compañero con la interpretación de «La venda»: siete puntos del jurado y el 22º puesto de la tabla de clasificación.
Navarro, que quedó último el año pasado, valora especialmente la capacidad de Miki de cantar sin que se le cuele ningún gallo. «Supongo que cantar fue la clave, me di cuenta viendo tu actuación, pero tampoco creo que yo pudiera hacerlo», comentaba con humildad, mientras Miki insistía en que «solo son siete puntos, es muy poco». Pero Manel Navarro no está de acuerdo: «Falsa modestia, tío, si sacas siete puntazos hay que decirlo, hay que presumir de los éxitos aunque no quieras ponerte gallito, a mí me da envidia, pero de la sana».
«Mira Manel, el puesto 22 es una puta mierda, a ver si se te cae la venda de los ojos», ha acabado sentenciando Núñez. «Que no, tío, que no, que si lo tuyo es una puta mierda, entonces lo mío qué es, ¿eh?», ha replicado Navarro.
Su pregunta ha quedado en el aire.