Como cada año, cientos de niños tailandeses han madrugado hoy para recibir en sus talleres los regalos de los Reyes Magos de los niños españoles que tienen que montarse y configurarse para poderlos disfrutar.
«Se les viene mucho trabajo encima pero tendrán el privilegio de pasar tiempo con los juguetes que ellos mismos fabricaron. Los más afortunados podrán quitar el precinto de la caja si el propietario no lo ha hecho aún», comenta el capataz de uno de los talleres de montaje.
La tendencia de los padres españoles a delegar el montaje de los juegos de construcciones o la configuración de sistemas de entretenimiento con componentes electrónicos es creciente. «Los niños en España quieren abrir el regalo y ponerse a jugar. Para montar ya están los fabricantes», argumenta la psicóloga infantil Andrea Gálvez.
Este proceso provoca que entre un 30 y un 60% de los regalos que trajeron ayer los Reyes Magos no vaya a poder estrenarse hasta dentro de un par de días. «Es traumático para muchos niños, acostumbrados a tenerlo todo al momento, pero también es una excusa para que aprendan a ser solidarios y a dejar que otros niños en Tailandia puedan ganarse el pan», asegura Gálvez.
La sobrecarga de trabajo en los talleres podría provocar problemas de abastecimiento en tiendas que venden ropa deportiva y pelotas de fútbol, que tienen que ser cosidas por los mismos niños que ahora están ocupados montando piezas del Scalextric.