Poco después de anunciar su decisión de continuar en el Gobierno a pesar de los ataques a su familia, Pedro Sánchez ha confirmado esta tarde, en un escueto comunicado, que ha decidido subirse el sueldo un 70% «para continuar con más fuerza, si cabe».
Argumenta el presidente que, con cada embestida de la «maquinaria del barro» de la derecha, su determinación se ve mermada y que, por lo tanto, es conveniente reforzar «el sentimiento de que todo esto tiene sentido» con «algo más que palabras y buenos propósitos».
En la nota difundida a los medios, Sánchez dice que «todos saben que la retribución que percibe un presidente por asumir tan alto honor es escasa, y más aún si el cargo parece justificar furibundos ataques personales». Cree el socialista que «urge» la subida salarial «porque, como cualquier otro trabajador, un presidente necesita un refuerzo positivo que aporte una recompensa suficiente, y no solo para él mismo sino también para su familia, que se sacrifica hasta niveles poco razonables».
Sánchez ha recordado que es «un ser humano» y que comparte «los mismos anhelos y las mismas flaquezas que cualquier otro ciudadano», refiriéndose claramente a que le gusta disfrutar de un buen sueldo «que me permita pensar ‘que me quiten lo bailao’ cada vez que se intenta echar por tierra mi honorabilidad con calumnias e infundios».