Toilet Duck, fabricante del conocido detergente que se comercializa en botellas con forma de cuello de pato, ha puesto en marcha una campaña informativa para recordar a sus clientes que el producto puede aplicarse directamente en el ano precisamente por la forma del envase, diseñado para facilitar el proceso. «Es mejor atajar la suciedad de raíz», subraya la compañía.
Un estudio de mercado encargado por la marca confirmó que la gente suele aplicar el producto en el inodoro «salvo algunos viciosos que no buscan precisamente la higiene». Esta realidad hizo ver a sus responsables que «ha fallado la comunicación», pues Pato WC se diseñó para que el detergente se mezclara con las heces en el recto, con el fin de que al inodoro llegara una «masa ya desinfectada y libre de olores desagradables».
Los primeros bocetos de la etiqueta de Pato WC, en los que un pato metía el pico en el ano de una persona, fueron descartados porque eran «poco decorosos». El precio a pagar fue que no se comprendiera el modo de aplicación. «Es como si la gente aliñara la ensalada con supositorios para combatir el estreñimiento. No tiene sentido, hay que aplicar el producto directamente en el foco del problema», comentan desde Toilet Duck.
El fabricante ha adelantado que replanteará toda su estrategia de comunicación. En España, Pato WC pasará a llamarse Pato PEC y el lema de la campaña de medios será «¡Me lo meto por el culo!».