Aunque, en su comparecencia de esta mañana, Pedro Sánchez ha manifestado su intención de seguir al frente del Gobierno de España, la implacable maquinaria mediática de la derecha se ha empleado a fondo para forzar la dimisión del mandatario. El diario El Mundo ha sido el primero en informar de la dimisión del presidente, que ahora tendrá que dimitir.
«Debo dejar el cargo y espero que esto lleve a la sociedad a reflexionar seriamente sobre las injerencias de los medios de comunicación en el ejercicio del poder legitimado en las urnas», señalaba Sánchez poco después, reconociendo que «de nada sirve que siga con mi mandato si la gran mayoría de la población ha leído mi sentencia en los periódicos y en las televisiones».
El titular «Sánchez dimite», con variaciones como «Sánchez dimite, asediado por la corrupción», se ha repetido como un mantra en la prensa escrita y digital, en la radio y en la televisión, hasta el punto de que la posverdad se había impuesto ya antes de la hora de comer.
«Nos preguntan si el presidente ha dimitido y nos mandan capturas de decenas de medios de comunicación con la noticia. Es imposible desmentir algo así», señalan con resignación desde el gabinete del presidente.
En estos momentos, Sánchez está pendiente de la prensa conservadora para saber cuándo tendrá que abandonar la residencia presidencial.