El pasado lunes, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, puso sobre la mesa la posibilidad de anticipar el cierre de bares y restaurantes, lo que ha hecho que la oposición, y en especial Isabel Díaz Ayuso, reivindique “como una cosa muy nuestra que no nos pueden quitar” el derecho de los españoles a “caminar por la ciudad durante horas intentando encontrar mesa en un local porque están todos a reventar y a nadie se le había ocurrido reservar porque es mejor improvisar sobre la marcha”.
“Le recuerdo a Díaz que esto es España y no se nos puede quitar el estar en la calle pasando frío y hambre mientras miramos dentro del local esperando a que una mesa pida el postre y le traigan la cuenta para luego ser sentados al lado del baño y que luego nos ignoren durante dos horas porque el camarero no da abasto porque está él solo para atender 30 mesas y salir del restaurante a las dos de la mañana después de haber cenado croquetas de boletus congeladas que se ofrecen como caseras porque eso es lo que nos hace españoles y libres”, declaraba ayer Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
«Nos quieren puritanos, sin alma, sin luz y sin camareros explotados porque odian España”, dijo también en Twitter.
Muchos clientes también han reaccionado mal a los comentarios de la vicepresidenta, argumentando que es una costumbre “muy española” cenar tacos o sushi relleno de queso Philadelphia a las doce menos cuarto de la noche porque han salido de trabajar a las ocho.
El gremio de hostelería también ha respondido a Díaz con contundencia, recordándole que cuando se prohibió fumar en los restaurantes ya asestaron un golpe letal a la restauración y cerraron todos los bares de España. “Si ahora nos obligan a pagar nocturnidad a los camareros será ya el cierre total y los españoles se quedarán sin cenar para siempre y morirán de hambre y sed”, explica a El Mundo Today el dueño del gastropub El Farlopo de Madrid.
