En poco más de dos años, Pepo Lasso, un joven residente en Madrid, ha ido tuneando su Seat León hasta el punto de que las modificaciones en el interior y en la carrocería asemejan al vehículo a un autobús de la línea 21 de la Empresa Municipal de Transportes de la capital. «Le puse el rótulo con el 21 porque son los años que tengo y es verdad que la gente me para por la calle y flipa tanto con el coche que se quiere subir, especialmente cuando paso por delante de una parada de bus», comenta.
Lasso dice que las semejanzas con un autobús de la línea 21 no van mucho más allá del carrozado de Castrosua y del motor E2876 de 310 CV, 12,8 litros y seis cilindros. «El volante es el del Seat original, aunque igual lo cambio porque se me ha quedado pequeño», admite.
Además de modificar paulatinamente su coche, el joven ha encargado un «uniforme de racing» muy parecido al atuendo que lucen los conductores de autobuses madrileños. «En la solapa pone EMT, que son las siglas de Extreme Mobility Team», comenta orgulloso. Son también las siglas de la Empresa Municipal de Transportes.
El conductor cree que su estilo de tuning está creando tendencia en la capital, pues cada vez se ven más coches parecidos al suyo por la calle. «Es lo que tenemos los influencers, que influenciamos. Pero estaría bien que la gente se buscara una personalidad propia, no basta con cambiar el número del rótulo», dice.
Mientras tanto, los padres de Pepo lamentan que su hijo dedique tanto tiempo al tuning en vez de buscar un trabajo lucrativo, «aunque sea relacionado con la conducción, que tanto le gusta».