Recordando que el etiquetado y la forma de presentación del pan deben cumplir con los requisitos establecidos en el Reglamento 1169/2011 del 25 de octubre de la Unión Europea, la portavoz adjunta de consumo de la institución comunitaria, Theresa Mart, ha emplazado esta semana a todos los países miembros a sancionar a los establecimientos que vendan pan de pueblo sin boina.
«El bastoncito de pan es opcional, aunque recomendable», dicen desde Europa, y recuerdan que la boina tiene por objeto «evitar que se ofrezcan como pan de pueblo hogazas elaboradas en polígonos industriales urbanos». Además, este complemento tradicional ayuda a mantener el pan caliente y a conservar todas sus propiedades.
Esta es la segunda gran advertencia con respecto al reglamento 1169/2011. En 2020, la UE tuvo que endurecer los controles para asegurar que el pan de gasolinera que se ofrece a los conductores se obtiene mediante el refinado de petróleo y conserva así su textura original durante al menos dos días.
«El verdadero pan de pueblo se identifica con relativa facilidad no solo por la boina y el bastón de pan, sino también porque, acercando la oreja a su superficie, se le oye gritar ‘Eeeeeeeeh’. Además, no suele tener dientes, o como mucho un par, siempre ennegrecidos», señala la portavoz de consumo de la UE.