Instantes después de cruzar la galaxia con siete tripulantes a bordo y sorteando todo tipo de peligros, una nave se ha visto obligada a aspirar unas migas de pan y numerosas pelusas sin que queden claros los motivos de la degradación de sus atribuciones y responsabilidades.
Después de un buen rato moviéndose de manera errática por el espacio, y enfrentándose a amenazas tales como planetas gigantes con órbitas irregulares, monstruos peludos de cuatro patas con bigotes enormes y unas piernas de mujer que se quejaban del desorden, la nave espacial fue relegada a tareas domesticas para las que ahora se siente absolutamente sobrecualificada.
De los siete muñecos de Playmobil que iniciaron la travesía solo cinco llegaron al destino, y ahora la nave espacial teme que ellos también se queden extraviados para siempre en los confines de la galaxia, pues está demasiado ocupada limpiando y no podrá ir a recogerlos. Para colmo, tras su gran hazaña, la nave espacial estaba convencida de que sería recibida en la Tierra como una heroína, pero se ha encontrado con la obligación de aspirar el salón, un salón que ya ha aspirado más de 500 veces.
Una vez terminado su trabajo, la nave ha intentado ir al encuentro de los muñecos de Playmobil, pero ha sido incapaz de llegar a ellos porque no ha parado de golpearse con todo tipo de obstáculos, tales como patas de mesas, paredes, puertas y pies gigantes de personas. A esta hora, sospecha que los cinco muñecos de Playmobil que llegaron al planeta habrán muerto debido a la ausencia de aire.