En la pasada madrugada, y después de toda una vida sorteando todo tipo de peligros, el muñeco de los carteles de emergencia falleció. En sus más de cien años de vida, el muñeco había sobrevivido a incendios, ahogamientos, electrificaciones e incluso a caídas dentro de volcanes. Era un ejemplo de supervivencia y deja un vacío muy difícil de llenar.
Los médicos creen que su longevidad se debe a que estaba muy en forma por correr constantemente hacia las salidas de emergencia y las escaleras de emergencia. Famoso por haberse curado de una tetraplejia que le obligaba a ir a veces en silla de ruedas, se calcula que el muñeco de las emergencias ha salvado miles de millones de vidas humanas.
Según ha podido saber la prensa, el muñeco murió de viejo en su cama rodeado de sus seres queridos: su mujer, famosa por salir en los carteles de los baños de señoras, y su hijo, conocido por haber sufrido todo tipo de desgracias, tales como ser atropellado en una zona escolar o haberse ahogado en la playa. Tanto él como su padre coincidieron en muchos carteles de emergencias.
Ahora, la humanidad busca con urgencia a un sustituto de este muñeco para poder indicar gráficamente los peligros a los que nos sometemos constantemente. Apenas doce horas después de su muerte, el número de personas que han metido el pie en el hueco del andén del metro o que han utilizado el ascensor en caso de urgencia se cuentan por millones.