A fin de tener cuenta de usuario en todas las plataformas de vídeo que existen, Joaquín R., un joven de 35 años de Madrid, ha decidido hacerse poliamoroso y entablar así relaciones con varias personas a la vez. “Mi novia me dejaba su usuario de Netflix… pero yo me ahogaba, necesitaba más, así que le propuse abrir la relación y ahora tengo usuarios de HBO, Filmin, Disney Plus, Apple TV…”, explica Joaquín a El Mundo Today, defendiendo su “forma de amar a las personas y a las series” como “tan válida como cualquier otra”.
“Teniendo una única novia que me diera la contraseña solo de Netflix me ahogaba. Yo necesito más”, dice.
“¿Que tu quieres ver a una única persona y acceder, como mucho, a una o dos plataformas? Bien por ti, no te juzgo, pero no me juzgues a mí”, defiende Joaquín. Para él, el poliamor ha sido la respuesta a su intento de huir del aburrimiento accediendo cada noche, rutinariamente, “a un único menú de opciones audiovisuales”.
“Ahora tengo hasta Flixolé porque me he liado con un abuelo de 75 años que es una cucada de tío y tiene cuenta ahí”, explica el joven, que no tiene intención alguna de volver a la monogamia. “Ser poliamoroso significa abrirte a más personas, a otras formas de amar y también, si eliges bien, a más contraseñas de plataformas de streaming”, dice.
Lo esencial, según explica, es “no poner límites al amor y no pagar ni un solo servicio de suscripción”.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el 90% de las personas que están en relaciones poliamorosas no saben que están en relaciones poliamorosas.
