El sedentarismo mata cada día a millones de personas y la próxima podrías ser tú, por lo que acudir al gimnasio es una muy buena forma de evitar la muerte y alargar tu esperanza de vida miserable. Ya te hayas planteado empezar a ir al gimnasio o acudas con regularidad, aquí tienes una lista de los errores más comunes que puedes cometer:
- Empezar a entrenar sin haber buscado antes al cliente más débil del gimnasio para darle una paliza y demostrar que eres la persona más poderosa del local y que, por tanto, son los demás los que están encerrados allí contigo y no tú con ellos.
- Empezar a entrenar sin haber visto antes un tiktok de una persona de tendencias neofascistas gritarte a la cara que eres una persona vaga y sin aspiraciones y que “tú puedes (entrenar e invertir en mis criptomonedas y por tanto arruinarte como yo)”.
- Quedarte en el calentamiento y olvidarte de hacer el ejercicio.
- No identificar el botón “stop” de la cinta de correr y por tanto morir tras pedir auxilio durante seis horas sin que nadie te atienda.
- Centrarte demasiado en trabajar solo con una máquina, como por ejemplo la máquina de vending.
- Mirarte en el espejo y ver tu propio cuerpo, lo que te hará perder cualquier esperanza de estar en forma.
- Ahogarte en la piscina del jacuzzi tras quedarte dormido.
- Decirle a tu familia que vas al gimnasio y salir con la bolsa del gimnasio por la puerta y accidentalmente no acabar en el gimnasio, sino confundirte y entrar por error en el bar El Torrezno Simplón y comerte por error tres pinchos de tortilla, un cortado y dos cervezas y, por error, volver a casa pasando por la fuente de la plaza para mojarte el pelo con la idea de decir, una vez en casa, “pues aquí estoy, entrenadito/a y duchadito/a”, pero no atreverte a entrar en casa sino quedarte durante 10 minutos en la puerta sintiéndote un fraude y saliendo otra vez a la calle para sentarte en un banco a llorar durante dos horas tapándote la cara con las manos y decidir que no te mereces a tu familia y que lo mejor es coger la bolsa del gimnasio y marcharte lejos, donde nadie te conozca y quizá seas capaz de empezar una nueva vida, lejos de aquí, de cero, en la que quizá tengas oportunidad de hacer las cosas mejor y no mentir a tu familia e incluso ir al gimnasio, pero confundirte y acabar viviendo exactamente la misma vida y apuntándote al gimnasio en Año Nuevo decidido, esta vez sí, a ir a entrenar y hacer las cosas bien, pero volver a confundirte y acabar, de nuevo, y también por error, en el bar El Cochinillo Cantor.
- Ir al gimnasio.