Tras varios días quitándole hierro, e incluso asegurando que las bolitas de plástico no son tóxicas, ayer los medios conservadores hallaron la manera de culpar a Pedro Sánchez del desastre medioambiental de la costa gallega y, por tanto, han comenzado a considerar muy grave el vertido de “pellets”.
La prensa conservadora ha pasado de ignorar el vertido o negar su toxicidad a exigir responsabilidades al Gobierno central. El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, también consideró en su momento que no había que hacer nada para retirar las bolas de plástico del agua, pero luego denunció que el Gobierno no había reaccionado a tiempo.
En las últimas horas, y gracias a haber encontrado la manera de culpar a Sánchez, la derecha española se ha concienciado muchísimo con el medio ambiente y ha demostrado lo mucho que le importa. “¡Hay que actuar ya!”, claman ahora desde la Xunta de Galicia, después de tres días sin hacer nada. “Ya se ha perdido mucho tiempo”, lamentan.
Ahora, los medios conservadores ya trabajan a destajo para encontrar la manera de culpar a Sánchez de la masacre de Gaza. Cuando lo consigan, empezarán a considerar a Israel como un Estado asesino y a los palestinos como víctimas de un genocidio socialista.