«Imitan el comportamiento de los adultos». Con estas palabras reconocían esta mañana desde el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya que la amnistía se ha convertido en el regalo más solicitado este año entre los niños catalanes que han sido malos. «Es lógico que no esperen carbón, incluso habiendo desobedecido todo el año. Es el ejemplo que les estamos dando», comenta el psicólogo infantil Juan Villaescusa.
Son muchos los padres y madres catalanes que tendrán que conceder el perdón a sus hijos y enterrar todas sus fechorías para no incurrir en la doble moral. «Le hemos explicado que la amnistía es una carta que puede jugar solo este año, tanto él como Puigdemont serán condenados si vuelven a portarse mal», precisa Tino Patón, cuyo hijo se escapó de casa escondiéndose en el maletero de un coche. «Adivinen de dónde sacó la idea», dice. La criatura estaba castigada sin jugar a la consola «hasta que vio lo que hacía el Gobierno con los independentistas y exigió el mismo trato».
Sus Majestades los Reyes Magos han confirmado a través de un paje que todas las cartas que reciban serán auditadas por un verificador salvadoreño. «Se han visto forzados a seguirle la corriente al Ejecutivo, como el otro rey», razona Patón.
Desde el Gobierno recomiendan a los padres del resto de comunidades que mantengan a los menores alejados de los medios de comunicación ante el riesgo de que exijan el mismo trato que los catalanes.