Una operación policial que ha durado más de dos años ha conseguido esta semana descabezar una banda de gambas. Los agentes detuvieron a los miembros de la red criminal en el pasillo de la zona de congelados del mercado de Antón Martín de Madrid. Se calcula que, entre todos sus miembros, alcanzaban los cinco kilos de peso, por lo que se requirió de refuerzos para trasladarlos a las dependencias policiales.
Una vez en comisaría, los investigadores introdujeron a los integrantes de la banda de gambas en una olla llena de agua mineral hirviendo y sal marina. Acto seguido, los agentes procedieron a apagar el fuego y esperaron dos minutos, justo el tiempo que tardaron los miembros de la banda de gambas en empezar a flotar en la superficie de la olla.
Sin tiempo que perder, la policía retiró a los miembros de la banda y los metió en otra olla llena de agua mineral fría con la misma proporción de sal marina, consiguiendo cortar la cocción y asegurándose de que, en el futuro, la cáscara saliera más fácilmente. Tras completar con éxito el traslado, los investigadores solo tuvieron que emplatar, descabezar a los miembros de la banda de gambas y comérselos.
Los agentes que forman parte del operativo han sido condecorados por su trabajo y ya están metidos de lleno en su próxima misión: rescatar a un grupo de percebes que se ha extraviado en la costa gallega.