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Un hombre denuncia una conspiración mundial orquestada para hacerle parecer un paranoico

HA SALIDO A LA CALLE CON UN MEGÁFONO CLAMANDO QUE NO SOSPECHA DE NADIE NI DE NADA

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Nervioso en su empeño por parecer tranquilo, Carmelo Ruiz lleva días asegurando a las personas de su entorno cercano que está muy lejos de ser un paranoico y que siempre ha criticado a quienes se dejan llevar por temores infundados. Sin embargo, admite que «los gobiernos y los poderes fácticos» se lo están poniendo muy difícil porque «se han propuesto hacerme quedar como un loco de esos que dicen que son víctimas de una persecución».

«La gente es muy manipulable y ellos lo saben. Desde que han visto que me defiendo, que me mantengo en mis cabales sin comportarme como un paranoico, todos me miran raro, como si fuera un paranoico. Mis esfuerzos por negarlo lo empeoran todo. Saben lo que se hacen, pero a mí no me van a doblegar, yo insisto en que las teorías conspiranoicas no van conmigo», explica Ruiz sin ocultar su desesperación.

Esta mañana, ha salido a la calle con un megáfono para gritarle al mundo que no cree en absoluto que haya gobiernos escuchándole. «Mi vida es anodina, ¿por qué iba a ser el centro de una trama de alcance mundial?», insistía. Un agente de la Policía local de Ávila ha intervenido pidiéndole que dejara de gritar a través del megáfono. «Un paranoico diría que lo están intentando silenciar, pero no es mi caso. He invitado al agente a un café y todo, pero se ha puesto nervioso al ver que no caía en la trampa y me ha pedido que me fuera a mi casa y me tranquilizara. ¡Que me tranquilizara! Era el guion que tenía preparado, pero como yo estaba tranquilo porque no soy ningún loco, su actuación ha quedado deslucida. Me apiado de estos pobres peones del sistema», dice este individuo «nada paranoico y con la cabeza en su sitio».

«Ni soy un loco ni soy una persona peligrosa. Un loco empezaría a increpar a todos los que me estáis mirando como si estuviera loco. Cogería este cuchillo e iría amenazando al personal. Porque eso es lo que hacen los enajenados. Yo no soy así», reiteraba minutos antes de ser detenido.

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