En un alarde de optimismo fuera de lo común, Sergio Montoya Chica ha logrado sobreponerse al dolor esta mañana mientras un tiburón le arrancaba las piernas en un arrecife en el sur de Lima y se ha dicho a sí mismo que, en adelante, podrá aparcar el coche «donde me dé la gana».
«Adiós a los steps en el gym, jaja, odiaba los steps», agregaba Montoya mientras el agua se teñía de rojo y sus dos piernas, ya totalmente separadas de su cuerpo, se mecían con las olas. Al ser rescatado por un barco de pescadores justo antes de que el tiburón volviera al ataque, la víctima no dejaba de levantar el pulgar repitiendo «tranquilos, es para bien, es para bien».
Ya en el hospital, cuando sus familiares le han preguntado si necesitaba algo, Montoya les ha solicitado que tramitaran «ya mismo» la tarjeta de movilidad reducida «para poder dejar el coche donde quiera», agregando satisfecho que «no sabéis cuánto me alegro de no haber comprado aquella plaza de garaje».
Al cierre de la edición, el bañista se ha acordado de sus zapatillas Nike Air Jordan, asumiendo que no se las podrá poner al menos hasta contar con unas prótesis, y se ha derrumbado rompiendo a llorar desconsoladamente.