Esta mañana, Pedro Sánchez ha confirmado desde una celda de la cárcel de Estremera que ha amnistiado a Carles Puigdemont. El presidente en funciones y candidato a la presidencia ha asegurado que las negociaciones para la investidura han sido un éxito y que se ha alcanzado un acuerdo con la formación catalana Junts.
El líder del PSOE, en el comedor de la cárcel, ha reconocido ante varios reclusos que no ha sido una negociación sencilla, pero que al final se ha logrado lo mejor para todas las partes. “Lo importante es cerrar heridas y recuperar la normalidad en Cataluña”, se ha sincerado Sánchez mientras levantaba pesas en el patio. “Esto es lo mejor para todos”, ha insistido mientras un funcionario lo encerraba en su celda.
“En toda negociación hay que ceder en algún punto”, reflexionaba el presidente junto a su compañero de celda. “Hay que entender a todas las partes y no se puede mirar solo el propio ombligo”, ha proseguido ante la indiferencia del otro recluso, condenado a cuatro años por tráfico de drogas. “Una parte quiere unas cosas, la otra quiere otras distintas, y al final hay que encontrar un punto en común que satisfaga a todos”, ha dicho el presidente del Ejecutivo español antes de apagar la luz de su celda.
Mientras tanto, Carles Puigdemont y su familia se han instalado en el Palacio de La Moncloa. “Todavía no puedo volver a casa, pero cada vez estoy más cerca”, se ha sincerado el expresidente de la Generalitat de Catalunya.