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Los padres de un niño nacido de un vientre de alquiler, emocionados porque la criatura ya ha aprendido a decir «propietario»

"ES UNA INVERSIÓN COJONUDA", DICEN

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Diez meses después de haber encargado un niño a una empresa especializada en gestación subrogada, una pareja de Soria celebra que la criatura, a la que llaman Jonás, ya haya aprendido a decir su primera palabra en castellano: «propietario». El bebé, gestado en el vientre «de una ucraniana, creo», en palabras de su comprador, ha resultado ser «una inversión cojonuda, al menos teniendo en cuenta el rendimiento emocional. Nueve sobre diez, y no le pongo la máxima nota porque tiene algunos defectillos menores».

«Entiendo que lo de ‘propietario’ es genérico y se refiere en realidad al propietario y también a la propietaria, que soy yo», comenta la compradora. «Si inviertes tiempo, ves que empieza a funcionar pronto. Pero no va solo del todo, quiero decir que tienes que poner de tu parte si quieres aprovechar todas las prestaciones», señala.

«Está tardando un poco en caminar solo. Que dicen que es normal, pero claro, ves los vídeos de otros niños andando solitos y lo que quieres es lo que sale en el trailer. Es marketing. Pero vamos, que caminará, es cuestión de meterle caña», explica el propietario de Jonás.

En la reseña que han escrito, los propietarios de Jonás detallan como principal punto negativo el precio de la subrogación. «Estamos pagando la novatada, cuando se popularicen y bajen de precio igual pillamos un segundo bebé», comenta el propietario. «Bueno, yo esperaría a ver cómo rinde este en la adolescencia, que es la prueba de fuego para estos críos», matiza su pareja. «Ah, y una cosa a tener en cuenta: te dicen que se puede mojar y es verdad, pero yo no lo recomiendo. Empieza a gritar y es muy desagradable, ese es uno de los defectillos que le veo, pero admito que soy exigente», dice el propietario.

Al cierre de la edición, el pequeño Jonás ha pronunciado algo parecido a la palabra «dueño», llevando a los propietarios a pensar que quizá es superdotado «y nos ha salido por el precio normal, o sea, una puta ganga».

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