La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar las elecciones generales al 23 de julio ha trastocado los planes de muchos periodistas y presentadores, como Ana Rosa Quintana, que ya tenía planificadas las vacaciones pero ha tenido que retrasarlas para poder seguir los comicios, según dijo ella misma a principios de esta semana. Este anuncio ha situado a Pedro Sánchez como el líder mejor valorado en los sondeos. «Yo no iba a votarle, pero sabiendo que le ha fastidiado los planes a la bruja, ahora soy sanchista de cabeza», admiten muchos españoles encuestados.
La mitad de España que detesta a Ana Rosa opina que «jajajaja, que se joda la bruja, venga, a doblar el lomo» y la otra mitad de España que adora a Ana Rosa opina que «me sabe mal que trabaje pero la veremos más horas y eso siempre está bien», según el Instituto Nacional de Estadística.
Algunos analistas políticos, sorprendidos también por la convocatoria electoral del actual presidente de España, no descartan que Sánchez contara con el «factor Ana Rosa trabajando más de la cuenta» para ganar puntos en los sondeos. Otros consideran que es posible que Sánchez convocara las elecciones, efectivamente, para hacer trabajar a Quintana porque sí, «a modo de revancha personal».