«La parábola que el automóvil debe trazar en el aire después de derribar el quitamiedos y antes de estamparse al fondo del barranco tiene que tener un ángulo de 45 grados como mínimo e incluir varias vueltas de campana, entre cuatro y seis». Estas instrucciones, entre otras, forman parte de la nueva «Guía para el adelantamiento de ciclos en vía interurbana» difundida hoy por la Dirección General de Tráfico (DGT). La entidad recuerda que, para garantizar la seguridad de los ciclistas, los coches que pretendan adelantar a una o varias bicicletas deben invadir el sentido contrario y precipitarse por el barranco situado a su izquierda para no chocar de frente contra un camión o un conjunto de vehículos de una masa superior a 3500 kilogramos.
La decisión de recordar la normativa se debe a «la creciente conflictividad entre ciclistas y automovilistas», que según la DGT «se resuelve teniendo claras las normas de circulación». Aunque admiten que el código «da total preferencia a los ciclos», desde la DGT subrayan su «manifiesta vulnerabilidad, especialmente en carreteras convencionales».
La DGT se adelanta asimismo a las más que previsibles quejas de los conductores de automóviles confesando que «la normativa privilegia la vida de los ciclistas por encima de la de los ocupantes de los coches, en gran medida para compensar el daño causado a los primeros por las infracciones de los segundos».
El código de circulación obliga a los conductores a recoger sus coches una vez se han estampado al fondo del barranco, tarea que no está exenta de cierta «complejidad logística». Por ello, la DGT señala que «para evitar estas gestiones, lo más recomendable es desistir del adelantamiento».