El célebre estilista catalán Lluís Llongueras murió el pasado lunes a los 87 años y todo indica que se ha adaptado bien en el cielo, donde está dando continuidad a la vocación que tanto prestigio le procuró en vida. Fuentes del Vaticano confirmaban esta mañana que Dios luce ahora un «nuevo e increíble» corte de pelo, «moderno y al mismo tiempo a la altura del Altísimo».
Aunque parecía imposible que el Todopoderoso tuviese margen para empoderarse, tal cosa parece haber ocurrido gracias al genio Llongueras, según insisten desde la Santa Sede. «Se han caído bien, lo cual es comprensible teniendo en cuenta que Llongueras trató con clientas con muchísimo más ego que Dios», argumentan fuentes del entorno del peluquero.
En el Vaticano reconocen que la entrada del estilista al paraíso no estuvo exenta de cierta tensión: «Lo primero que hizo fue soltar un gemido de desaprobación y negar con la cabeza ante la presencia del Todopoderoso, de quien no dudó en criticar el peinado, confesando que le parecía ‘la cosa más trasnochada, más fatal y más anticuada que he visto’. Lejos de desatar la furia de Dios, el Creador admitió que no era ‘tan creativo como tú’, y le animó a mejorar su apariencia», explica el padre Almunia, teólogo del Vaticano. «Dios es así, valora la sinceridad y aborrece a los pelotas», agrega.
«Y el resto, ¿por qué no me dijisteis que llevaba pintas?», preguntó Dios a los moradores del cielo, a quienes llegó a amenazar con la expulsión. Por fortuna, Llongueras intercedió y recordó que «la gente en general no tiene ni idea, yo mismo me morí sabiendo que dejaba atrás a varios adefesios hechos un cristo que más valdría que se hubieran venido conmigo».