José Luis Martínez-Almeida (Madrid, 48 años), abogado del Estado, aspira a repetir como alcalde en Madrid. «¿Ser ministro? A mí lo que me gusta de verdad es ser alcalde de Madrid y pegar balonazos en la cara a niños y periodistas», dice con rotundidad.
¿Ha entrado en Idealista alguna vez?
¿He entrado en Idealista? Sí, inevitablemente. Hay banners por todas partes y cuando navegas por internet es inevitable encontrarte uno y hacer clic. Me pasa cada día. A lo mejor estás leyendo un diario o lo que sea y dices «qué raro, aquí solo informan de ollas lentas», y es porque llevas media hora navegando por una tienda online porque has hecho clic en un banner sin querer. Es muy difícil internet, muy difícil. Uno de los grandes retos del Ayuntamiento.
¿Ha vivido de alquiler?
Este cuerpo ni se vende ni se alquila.
Me refiero a su vivienda…
Ah, no, no. Una vez alquilé un coche y me eché la siesta dentro, pero no sé si eso sirve. Fue en un viaje a Escocia con unos amigos.
¿Cree que la proliferación de los pisos turísticos es un problema?
Sí, la verdad, porque los pisos que hay en Madrid son, en general, bastante poco atractivos. No me parecen turísticos para nada, la verdad. Pero en fin, si es lo que los extranjeros quieren… Creo que criticar sus costumbres es bastante racista.
Hablemos de medio ambiente.
¿Solo medio? (Risas)
Madrid parece ir a la contra en la nueva tendencia de hacer ciudades cada vez más verdes. La ciudad ha pasado de 400.000 árboles a 322.000 árboles. Se han talado casi 100.000.
Lamento que aún queden 322.000 árboles y pido perdón a los madrileños. Yo no puedo hacer más. Tengo dos manos. (Risas). Sé que no es cuestión de risa, pero pido a los madrileños que, si ven un árbol, se queden con él y avisen a la policía. El problema es que son muy difíciles de encontrar, son escurridizos y ladinos. Parece mentira, pero pueden derribar castillos enteros. Una vez lo vi en un documental. Al principio parecen pacíficos y hablan muuuuuuuuy leeeeentooooo, pero si se enfadan… Uy, prepárese. Tiran piedras y todo.
¿Se refiere a El Señor de los Anillos: las dos torres?
No recuerdo el título, pero todavía tengo pesadillas. No podemos permitir que eso le ocurra a los madrileños. Por tanto, si ven un árbol, que se parapeten, que llamen a la policía… Excepto si tienen un hacha, entonces que hagan lo que puedan y lo corten si pueden. Lo mejor para combatirlos es el fuego, pero en una ciudad como Madrid sería… A ver, sería buena idea, pero…
(…) No, creo que por ahora no es buena idea.
Hablemos de movilidad.
Uy, me siento muy cómodo en este tema. (Se levanta y baila «Despechá» de Rosalía),
Me refería a movilidad urbana… ¿Por qué cree que los madrileños usan tan poco la bicicleta en comparación con otras capitales europeas?
Porque son más listos. Una vez subí a una bicicleta, estuve pedaleando durante 45 minutos y no me moví del sitio. Desde entonces solo la uso para colgar abrigos. Es un trasto inútil.
¿Cuántas bicicletas de BiciMad han desaparecido?
No lo sé, muchas, pero volverán con el calor. Son ciclos… No podemos tenerlas a todas controladas.
En la mayoría de ciudades españolas se están tomando medidas contra el coche.
Mire, es mejor no enfadar a los coches. Una vez vi un documental en el que había muchos coches. Coches normales, ¿vale? Camiones, incluso. Y, de repente… ¡Pum! El coche se pone de pie y tiene brazos y piernas. ¡Y habla! ¡Y pega puñetazos! ¡Y da patadas! Es mejor no enfadarles, créame.
¿Está usted hablando de la saga Transformers?
Yo lo único que digo es que ir contra el coche es racismo. Una vez vi un documental donde había un montón de coches viviendo en harmonía, sin humanos.
¿Está usted hablando de la película Cars?
Al final la pandemia somos nosotros, no ellos.
La basura en Madrid empieza a ser un problema. Las encuestas de satisfacción ciudadana dejan a Madrid en muy mal lugar…
Lo que es una basura para unos, es un tesoro para los demás. Esta misma semana se ha hecho viral el caso de una chica que encontró un sofá en la calle. Un sofá feísimo. Y miraron el sofá en el móvil y resulta que costaba un millón de dólares o algo así. Y se llevaron el sofá y lo limpiaron. Y ahora tienen un sofá carísimo en su casa. Muy feo y con chinches y olor a orines, pero carísimo. ¡Y les ha salido gratis!
Pero eso es un caso excepcional.
Una vez vi un documental en el que un niño muy feo se encontraba un anillo en el fondo de un río. Y resulta que ese anillo luego vale un dineral. Créame si le digo que, a veces, uno encuentra auténticos tesoros en las calles.
Eso es, otra vez, El Señor de los Anillos.
Donde usted ve basura, yo lo que veo es riqueza. ¡Anda que no tengo yo bolsas de ropa, diarios viejos, zapatos, botellas viejas y cuberterías en casa que están nuevas y que he recogido de la calle! Cada noche salgo de casa con las manos vacías y vuelvo cargado de bolsas con tesoros.
Que haya gente que tiene problemas mentales y recoge basura no implica que la basura en la calle no sea un problema…
Ese discurso se lo oigo yo a mis vecinos cada día cuando me ven subir con bolsas de tesoros a casa y no me convence. Me parece snob. La gente tira a la calle unas cosas que no te creerías: ropa que aún sirve, botellas de vino medio llenas, trastos con los que puedes hacerte lámparas vintage, lechugas que aún te puedes comer…
Pero es insalubre.
Donde usted ve una rata, yo veo un amigo.
Hablemos de política, ¿cree que va a obtener un resultado similar al de Ayuso?
Preferiría no hablar de doña Ayuso. Es una persona… complicada. Una vez vi un documental en el que salía haciéndose un abrigo con la piel de un montón de perritos.
Eso es 101 Dálmatas.
Yo lo que digo es que es una compañera de partido y que, por lo tanto, no voy a hablar mal de ella por mucho que haya gente que le tenga miedo.
¿Qué opina de su plan de luchar contra el calentamiento global instalando una maceta en cada balcón?
Una maceta cómo.
Dijo que, si cada madrileño ponía una maceta en su balcón, se podían mitigar algunos efectos del calentamiento global.
Si son macetas con plantas, vale. Lo que no puede ser es que unos estemos haciendo lo que podemos contra los árboles y otros estén plantando árboles en las casas de los madrileños, donde más daño pueden hacer.
¿Aspira a gobernar en solitario?
No me da miedo gobernar en solitario, ni siquiera por las noches. Una cosa que hago es poner una bombillita de color naranja en la habitación y ya está. Y si tengo que salir al pasillo, voy silbando.
¿Le gustaría que Javier Ortega-Smith (Vox) fuera su vicealcalde?
Aspiro a gobernar a solas, como digo. De todos modos, el señor Javier Ortega-Smith es una persona que… Mire, una vez vi un documental donde este señor mataba un montón de gente y luego se arrancaba la piel del brazo para repararse a sí mismo.
¿Está usted hablando de Terminator 2: el juicio final?
Mi aspiración es gobernar a solas.
¿Qué plan tiene si no repite la alcaldía?
Pues intentaré seguir buscando tesoros en las calles de Madrid… y mejorar mi vida personal, que tengo algo abandonadilla.
Es raro, en España, encontrar una personalidad política de su edad que siga soltera.
Sí, pero es que el feminismo… Mire, se lo diré claro, no puede ser que todo sea acoso. Muchas veces chateo con una chica y, para que me conozcan, les envío una foto donde salgo sonriendo en actitud distendida, simpática… Y la chica inmediatamente me bloquea. Algunas me llaman «guarro» y todo. No lo entiendo.
¿Qué ha sido, según usted, lo mejor de toda la legislatura?
Chutar balonazos a varios niños en toda la puta cara. Eso es lo que hace que me siga levantando por las mañanas.
