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Bueno, elecciones en menos de un mes. 

¿En menos de un mes? ¿Qué elecciones? ¡Pero si hubo elecciones hace nada!

Las autonómicas y las municipales.

Ah, sí, sí, claro, claro… Sí, en absoluto me había olvidado del asunto, para nada, ¿eh? Ja, ja.  ¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer unas llamadas. Uf, qué calor hace aquí, ¿no? 

[Íñigo Errejón habla por teléfono durante 20 minutos y vuelve, algo sudado y algo agitado, para continuar con la entrevista]

Bueno, ya está… era un tema de calderas de casa y he tenido que hacer algunas llamadas, no es que me estuvieran informando de elecciones ni nada de eso.

Con tanto lío de partidos de izquierda, ¿no teme que los jóvenes sientan desafección hacia la política?

Yo creo que Unidas Podemos va a obtener muy buenos resultados porque los jóvenes están indignados y creo que toda esa indignación va a canalizar en… 

Pero Unidas Podemos está obteniendo muy malos resultados en las encuestas. Y además, usted ya no está en Unidas Podemos. 

¿Que yo ya no estoy en…? ¿Y entonces en qué partido estoy yo? 

En Más País. 

¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer unas llamadas. Hace muchísimo calor aquí, muchísimo. 

[Íñigo Errejón habla por teléfono durante 24 minutos y vuelve, aún más sudado que antes, para continuar con la entrevista]

Bien, bueno. Es verdad que estoy en otro partido, pero si Pablo ha pensado que eso es lo más acertado, por algo será. Tengo fe absoluta en todo lo que hace y no es momento de ponerse a cuestionar…

Pero usted y Pablo Iglesias hace años que se enemistaron y llevan años sin hablarse.

¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer unas llamadas. ¡Buf, me muero de calor! 

[Íñigo Errejón habla por teléfono durante 45 minutos]

¿Se encuentra usted bien?

Estoy de puta madre. 

¿Tiene buena relación con Yolanda Díaz?

Mira, te voy a ser sincero: no esperaba una entrevista tan agresiva. El Mundo Today pensaba que era un medio más de mi “cuerda”. Os sigo en Twitter a todos: a la cuenta principal, a Kike, a todos… Y de repente me llamáis para una entrevista y me lanzáis unas preguntas dificilísimas. Y ahora vas y me preguntas por Yolanda Díez. ¿Estás insinuando que no sé quién es Yolanda Díez? Porque sé perfectamente quién es. ¿Crees que tengo que levantarme a hablar por teléfono para preguntar quién es Yolanda Díez? ¡Pues no lo necesito! Porque sé quien es. Es una persona maravillosa con la que tengo una relación ex-ce-len-te. Y eso es lo único que tengo que decir de esa mujer, Yolanda. 

A nivel de comunicación, desde el Congreso usted ha incidido en dos ideas centrales: salud mental y reducción de jornadas laborales. Empecemos por esto último.

Sí, la idea es que la gente trabaje menos por el mismo dinero. Es una idea revolucionaria y de una audacia que no he visto yo en política jamás. Hasta ahora a nadie se le había ocurrido que trabajar menos por el mismo dinero pudiera ser un escenario deseable. 

Pero implantar eso va a ser tremendamente complicado.

¿Está usted insinuando que estoy loco?

No.

Yo solo digo que trabajar cinco días a la semana es una locura. La semana laboral de 4 días es el futuro. He inventado un concepto que no conoce nadie pero que me parece revolucionario y que he llamado “juernes”. Es un jueves pero es viernes también. Y es “juernes” también de “juerga”. Lo tiene todo.

Agradezco muchísimo a al diputado del PP Carmelo Romero su consejo de «Vete a médico» porque me hizo ver las cosas claras y pedir ayuda.

¿Tiene detalles sobre cómo se podría implantar?

La idea es no ir a trabajar los viernes, básicamente. Puedes hacerlo de acuerdo con la patronal o puedes hacerlo llamando por la mañana y diciendo que estás malo.  

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¿Y los autónomos?

Yo creo que cuando la semana laboral de 4 días sea una realidad, los autónomos podrán optar a una semana laboral de 6 días y que libren al menos un día a la semana. Admito que ahora mismo suena a ciencia ficción, pero es la utopía que tenemos que tener en mente: autónomos trabajando menos de 160 horas semanales.

Bien, hablemos de salud mental.

¿Estás insinuando que estoy loco? 

No.

Bien, porque no lo estoy. Estoy muy cuerdo. Muy bien. Muy sano. Estoy mejor que nunca, de hecho. Esto de los problemas de salud mental es una cosa de la que hay que empezar a hablar. Lo importante es que alguien te diga “eh, céntrate”. A mí, por ejemplo, un compañero de trabajo, del Partido Popular, de hecho, me dijo “¡Vete al médico!”, y al principio me lo tomé a mal pero luego vi que tenía razón y pedí ayuda. A veces es necesario que un colega te eche un cable y te haga ver que no estás bien.

¿Y qué le ha dicho el médico? 

Bueno, me pregunta cosas y yo le contesto cosas. Básicamente me enseña fotografías de Pablo Iglesias todo el rato.  

Eso es muy raro, ¿no?

¡Sí, es rarísimo! Pero no voy a ponerme a discutir con el psicólogo. Básicamente me dijo “mira, te voy a enseñar unas fotografías con manchas y me tienes que decir qué ves”. Y yo le dije “Mira, no son manchas, son fotos de Pablo Iglesias”. Y entonces me decía “ajá, ajá, muy bien… ¿y qué ves en esta otra mancha?”. ¡Y era otra fotografía de Pablo Iglesias! Jaja, quería reírse de mí o algo. Me ha enseñado cientos y cientos de fotografías de Pablo Iglesias. 

El caso es que usted ha llevado la salud mental a la política. 

Hombre, claro. Como presidente de España soy muy consciente de que la salud de los españoles, también la mental, es lo primero. 

Pero usted no es presidente de España. 

¿No? ¿Me disculpas un momento? Tengo que hacer unas llamadas.  

[Íñigo Errejón habla por teléfono agitadamente durante 55 minutos y vuelve con los ojos llorosos y la camisa empapada de sudor para finalizar la entrevista]

¿Se encuentra bien?

Sí… sí… Lo que quería decir es que tenemos que dar más espacio a la salud mental en política. Tengo amigos que están como una regadera y al final ellos son los que hacen crecer las flores. Eso es lo que quiero decir. Lo leí en una taza. Soy un gran lector.