La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha difundido esta semana los resultados de su informe «Desafíos y estrategias en la mejora del clima laboral». El texto señala que la expresión «por fin es viernes» contribuye a mejorar el rendimiento en el trabajo y la motivación de los empleados, incluso cuando no es viernes. Su eficacia solo es superada por la frase «mañana empiezan las vacaciones».
«El organismo segrega dopamina, provocando placer de forma inmediata al margen de que, racionalmente, sepamos que es lunes», explica el estudio. Esta estrategia tiene también su reverso: asegurar «y solo estamos a lunes» hunde la moral de la plantilla incluso si se dice un viernes a pocos minutos de finalizar la jornada.
«Estás despedido, pero quedan ya pocas horitas para el finde» es una frase muy socorrida en los departamentos de Recursos Humanos de las grandes compañías, explica la OIT, pues también se ha comprobado que ayuda a suavizar el efecto de las malas noticias. Algo parecido ocurre cuando una persona que hace quince años que busca trabajo sin éxito se acostumbra a decir «te llamo ahora, cuando salga del curro» siempre que recibe una llamada.
«La efectividad de la frase por fin es viernes se reduce considerablemente los fines de semana», matiza el informe de la OIT, aunque añade que los domingos por la tarde su efecto remonta.
Fuera del entorno de trabajo, el fenómeno también resulta útil. La frase «estoy embarazada» puede animar mucho a una pareja que tiene dificultades para concebir, aunque sea por muy poco tiempo y haya riesgos de un efecto rebote. Asimismo, está comprobado que decir «por fin es viernes» después de enterarnos de la muerte de un ser querido ayuda a suavizar el impacto emocional del trágico suceso. «Mi hijo ha muerto, pero mañana toca pádel y vermutillo con los del gimnasio» es una expresión «fundamental para no venirse abajo en situaciones de elevado estrés», recuerdan los expertos.
