- La actualidad del mañana -
- La actualidad del mañana -

Este es tu último artículo gratis este mes. Te queda un artículo gratis este mes. Te quedan unos pocos artículos gratis este mes.
No renuncies a la Verdad, suscríbete

Suscríbete

Recuerda, justo antes de morder una magdalena, que nunca ha leído a Proust

Este contenido es posible gracias a las personas que respaldan El Mundo Today con su suscripción. Ayúdanos a seguir siendo el mejor medio de información del país y suscríbete.

Raquel Robledo, enfermera de profesión, experimentó ayer un instante «proustiano» momentos antes de morder un trozo de magdalena. La situación le evocó la célebre escena de «En busca del tiempo perdido», que le hizo recordar que no ha leído nunca a Marcel Proust y, en general, «a ninguno de estos grandes escritores».

«Abrumada por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios unas cucharadas de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior: me estaba dando cuenta de que soy medio analfabeta, de que hablo de oídas en materia literaria. Empecé a sentirme mediocre, contingente y mortal», confiesa Robledo.

La impactante vivencia experimentada por Robledo derivó en un estado melancólico y reflexivo que se prolongó hasta el final del día. «Es posible sentirte como si hubieras leído a Proust sin haberlo leído en la vida. En cierto modo, esto me tranquiliza. No hace falta dedicar media vida a tragarte un tocho si una simple magdalena, que además está buenísima, te ofrece lo mismo», argumenta.

Robledo ha recibido el encargo de reseñar la magdalena en cuestión en el próximo número del suplemento cultural Babelia.

spot_img

Apúntate a nuestro boletín de titulares

Últimas publicaciones

spot_img
spot_imgspot_img