Haciendo gala de su implacable compromiso con la defensa de los más vulnerables, esta semana la Iglesia Católica ha pedido perdón por los abusos sexuales a menores que se cometerán en el futuro en el seno de la institución. “Son actos deplorables que no representan para nada los valores cristianos y no se volverán a repetir después de que se hayan repetido en el futuro”, han asegurado desde la Santa Sede.
«Algunos de esos abusos serán silenciados y no saldrán a la luz hasta que hayan pasado años, pero ya trabajamos para que nunca vuelvan a cometerse”, declaran con firmeza desde el Vaticano. «Haremos todo lo que esté en nuestra mano en el futuro», avisan.
La curia vaticana ya sospecha qué sacerdotes llevarán a cabo los abusos sexuales a menores y promete cambiarlos de diócesis en el momento preciso en el que dichos abusos sean denunciados. «Una vez hecho esto, no volverán a cometerse», insisten desde el Vaticano.
Por su parte, el Defensor del Pueblo iniciará una investigación diez años después de que los abusos salgan a la luz, o cuando ya hayan prescrito, para «llegar al fondo del asunto y depurar responsabilidades».