Tras meses comprobando cómo su esposa ha pasado de escuchar algún podcast esporádico de crónica negra a ver todos los documentales de ‘true crime’ de Netflix y a tomar apuntes, Fermín Menéndez, de Santander, ha admitido ante los periodistas que está preocupado por si su mujer está tramando «algo». «No sé si planea hacerle algo a su jefe o a mí mismo… o si está intentando resolver algún crimen, pero estoy preocupado porque su afición a este género va más allá de la afición porque creo que se está profesionalizando», ha explicado Menéndez a los periodistas.
El hecho de que la mujer vaya diciendo frases como «ajá, ajá, claro, claro… muy bueno eso, gran idea» o «uf, eso es arriesgado, vaya estupidez» o «interesante, interesante, jamás se me habría ocurrido…» mientras apunta en su cuaderno cuánto tarda en descomponerse un cuerpo o el peso que soporta un cráneo humano hace sospechar al esposo.
«El otro día me preguntó cuánto medía y al momento compró una alfombra que coincidía con mi altura», explica el marido alarmado.
Por su parte, Esther Francmanyé, la esposa, ha intentado quitar hierro a su afición. «A ver, sé que estos programas pueden ser un poco macabros, pero al final no son más que una forma de desconectar y de relajarse mientras planeas el asesinato de tu marido, nada más. Ruido de fondo inofensivo», ha explicado la mujer.