La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, fueron recibidos ayer domingo en audiencia por el papa Francisco en el Vaticano, con motivo del aniversario de la canonización de San Isidro Labrador, patrón de Madrid. La anécdota de la jornada se produjo cuando, al saludar al alcalde de Madrid, el Pontífice dijo entre risas “Hombre, hombre, hombre, el carapolla”.
“Él lo ha dicho en el buen sentido y a mí no me ofende en absoluto”, explicó a la prensa minutos después el propio alcalde. Martínez-Almeida dijo que posiblemente el Papa no sepa lo que significa “carapolla” y que, por tanto, entendió el saludo como un signo de simpatía y cercanía. Sin embargo, el hecho de que el Pontífice dijera, mientras le señalaba directamente, “¡Rápido, ponedle una hoja de parra en la cara, que esto es el Vaticano y es un escándalo que vaya con todo el pito al aire!” hace pensar lo contrario.
Según las fuentes, el Pontífice no dejó de gastarle bromas irrespuetuosas al alcalde de Madrid hasta que este se presentó a sí mismo como “el heredero de la gran Carmena”, lo cual hizo que el Papa, al fin, se pusiera serio con él y dejara de humillarlo.
“Hostia, hostia, hostia, la mataviejos”, dijo el Papa a continuación al saludar a Isabel Díaz Ayuso. Instantes después corrió a esconderse y la audiencia finalizó.