En la tarde del pasado lunes, los Reyes llegaron al Teatro Falla de Cádiz para presidir un concierto de flamenco con motivo del IX Congreso Internacional de la Lengua Española. «Tenemos el primer rey cajonero», aseguró en el evento el percusionista gaditano Guillermo García cuando Felipe VI demostró su destreza al sentarse encima del cajón y seguir el ritmo al resto del equipo con una rumba catalana. Nadie pudo adelantarse a lo que ocurriría después: el monarca lleva días arrastrando unas agujetas que le impiden atender a sus compromisos con normalidad.
Un portavoz del servicio médico de la Casa del Rey confirmaba esta mañana que «Su Majestad sufre molestias incompatibles con sus obligaciones, básicamente dolor muscular por sobrecarga al golpear el cajón sin antes haber calentado». Los médicos recuerdan que Felipe VI suele sufrir las consecuencias de la sobrecarga muscular «incluso cuando abre un cajón de la mesa del escritorio, normal y corriente».
Aunque estará de baja un mínimo de seis meses para asegurar su recuperación completa, los médicos insisten en que la vida de Su Majestad no ha corrido peligro en ningún momento. «Por suerte, la actividad no se prolongó el tiempo suficiente para que se rompiera la espalda, poco acostumbrada a no apoyarse en un respaldo», detallan los facultativos que se encargan de seguir la evolución del Rey.
El cajón que ha provocado las agujetas de Felipe VI se encuentra en estos momentos en dependencias policiales y será interrogado en los próximos días.
