Lo describen como «el momento más emocionante que hemos vivido como padres». Se trata de Dolores Riaño y Jesús Zorracal, de Segovia, una pareja que ayer pudo grabar con el móvil el instante en el que su hijo Edgar descubría que, en ocasiones, la mentira y la manipulación permiten obtener de los demás lo que se quiere. «Son esponjas, parece que no pero se enteran de todo. Es increíble verlos crecer», explica la madre.
Aunque reconocen que los padres tienden siempre a exagerar las aptitudes de sus retoños, Dolores y Jesús creen que su hijo está aprendiendo a mentir muy pronto, pues apenas tiene tres años. «Yo recuerdo que empecé a hostigar a los demás y a hacerles sentir inferiores a los ocho años o así. Que Edgar lo esté haciendo ya, y tan bien, llama la atención y sin duda es algo que potenciaremos», dice el padre.
«Es una pena que no haya extraescolares de esto. Aunque, realmente, se puede aprender a manipular en cualquier actividad, es algo que crece dentro, cuando ves sus efectos, lo abrazas y lo cultivas», argumenta la madre.
En el vídeo, que los padres han compartido en sus redes, se puede ver al pequeño Edgar robar un juguete, mentir sobre ello al ser supuestamente acorralado y acabar culpando, y con éxito, a otro niño, al que luego amenaza hasta provocarle el llanto. «Del parque al Ibex-35», bromea el padre entre risas. «Menudo tiburón, tan pequeño», agrega la madre.
Aunque mentir y acosar son habilidades que no suelen desarrollarse hasta los seis años, varios expertos en psicología infantil señalan que el acceso a internet y el ejemplo paterno contribuyen al aumento de la agresividad y la manipulación precoz, hasta el punto de que muchos niños se estrenan en el uso del lenguaje aprendiendo a decir «hijo de puta» antes que «mamá».