Nutriscore, el sistema que informa, usando un algoritmo, de la calidad nutricional de los productos que se venden en las tiendas y los supermercados, ha encumbrado esta semana a una bolsa de basura que asomaba bajo la tapa de un contenedor de la calle Viladomat, en Barcelona.
“Contiene fruta, contiene celulosa y hasta una rata que aporta proteína: todo lo que un niño necesita para crecer”, reza la valoración de Nutriscore, que no tiene en cuenta elementos «subjetivos» como la presentación o lo apetecible del conjunto. «Que los ingredientes son variados es un hecho, y si el Colacao tiene una A, este saco de mierda merece como mínimo la misma nota», señala el experto en comida y basura Roque Paja.
«El algoritmo de Nutriscore considera que el tampón usado de la bolsa contiene hierro y por lo tanto es bueno, no entra en que, a nivel social, nos produzca arcadas», agrega Paja.
Este especialista señala, además, que «desde el punto de vista de la salud», ingerir «la piel de plátano envuelta en un pañal usado de bebé de tres meses» es mucho más recomendable que comerse una «smash burger».
La nota de Nutriscore da esperanzas a los servicios de limpieza de la ciudad condal, muy ilusionados ante la posibilidad de que su camión de la basura A-377 gane una Estrella Michelin.