Es uno de los estrenos más esperados de la década, hasta el punto de que los escasos 30 segundos del último avance han puesto los dientes largos a todos los fans: la nueva entrega de Indiana Jones será la más trepidante y peligrosa de toda la saga. En ella, un avejentado Indy es ingresado en una residencia madrileña, de la que tendrá que salir con vida. «Una residencia de mayores en España es más peligrosa que el templo maldito, yo creo que en esta película matan al personaje y lo peor es que no tendrá una muerte digna, eso es seguro», se quejaba ayer un fan asustado en Twitter al ver las primeras imágenes.
«Tiene todos los ingredientes de las buenas películas de Indy: nazis, peligros insalvables y villanos que encarnan El Mal con mayúsculas… Una villana en este caso», comentaba Harrison Ford hace poco en una entrevista.
La película no solo promete acción sino trabas burocráticas a raudales. Indiana Jones 5 traslada la acción a Madrid y tiene lugar en 2020, con el telón de fondo de la pandemia, y en la película el protagonista y su ahijada Helena, interpretada por Phoebe Waller-Bridge, se enfrentarán a ciertas decisiones administrativas de la Comunidad Autónoma de Madrid que amenazarán la supervivencia del anciano (y de todos sus compañeros de la residencia).
De momento habrá que seguir esperando al 30 de junio de 2023 para saber si Indiana Jones, nuestro aventurero favorito, es capaz de sobrevivir a la que, según el director, James Mangold, es «la amenaza más letal de su vida».