«¡Inocentes! Obviamente, el sujeto trascendental no es una noción analítica correspondiente a la de objeto fenoménico». Con estas palabras confirmaban esta mañana los filósofos españoles en las redes sociales que las afirmaciones vertidas ayer sobre el sujeto trascendental kantiano eran falsas. «También tenemos sentido del humor y somos pícaros cuando conviene», ha señalado Elisabet Ballester Mas, a la que sus colegas llaman «idealista guasona».
La Asociación Española de Filosofía admitía hoy que la «broma» del Día de los Inocentes no convencía a todos los pensadores, pues algunos creían que arrojar inexactitudes sobre Kant, con el riesgo de que se hicieran virales, podía acabar afectando al prestigio de la entidad. «Algunos propusieron bromas más bestias, que negaban que el sujeto trascendental pudiera contener las condiciones de posibilidad puras del conocimiento verdadero en la medida en que redujera toda alteridad a la mismidad. Un ‘troleo’, en definitiva, que hubiera hecho correr ríos de tinta», explica Ballester.
Por fortuna, los pensadores han comprobado que su broma no escandalizó a nadie, pero por si acaso no han tardado en confesar la «travesura» para evitar problemas.
«Todo en orden. A los inocentes que cayeron, les pedimos perdón. La unidad de la apercepción trascendental kantiana sigue como siempre», confirman los filósofos.