Dos meses después de que siete selecciones europeas, entre las que no está España, solicitaran formalmente a la FIFA usar en el Mundial un brazalete con la bandera arcoíris, la respuesta formal ha llegado con el torneo ya empezado. «Llevar ese tipo de símbolos no reglamentarios puede suponer sanciones de todo tipo», ha recordado la FIFA.
«Dicho de otra manera: al jugador que salga con el brazalete, se lo tendremos que quitar», ha dicho la organización de Qatar 2022, que arrancó ayer con una ceremonia inaugural a la que acudieron diversas personalidades, entre ellas el príncipe heredero de Arabia Saudí.
El motivo que da la organización para prohibir el brazalete es «la propia comodidad de los jugadores», que pueden ver entorpecidos sus movimientos con los brazos al llevar «prendas u objetos innecesarios», especialmente si estos portan símbolos que pueden ser causa de «tensión».
La organización del Mundial está tranquila y cree que, salvo algún incidente inicial, pocos jugadores seguirán empeñados en lucir el brazalete y que la mayoría dará su brazo a torcer.