Pese a que recorrió medio mundo para llegar a tiempo para el partido, y a que es «más español, por definición, que nadie», el seleccionador Luis Enrique no sacó a jugar a Felipe VI ni un solo minuto en el partido de ayer contra Costa Rica. «No digo que me pongan de delantero, pero me presento allí y me ignoran todo el rato… No se entiende», confesó Felipe VI después del partido, según algunas fuentes cercanas al vestuario de la Selección.
Según el monarca, una selección nacional representa a su país y él representa a España mejor que ningún deportista, por lo que «lo suyo» es que esté él en el terreno de juego saludando y recibiendo los pases de sus compañeros. «Se me ha quedado cara de tonto», habría comentado también el monarca en el vestuario, donde fue a saludar al «resto» de jugadores, en sus propias palabras.
En las imágenes de Felipe VI en el vestuario se le puede ver saludando al entrenador y a los jugadores y diciendo frases como «les hemos marcado siete goles» o «somos una maquinaria súper engrasada donde no falla ni una sola pieza, aunque el jefe aquí [el seleccionador Luis Enrique] tendrá la última palabra». Luego preguntó a los jugadores por su taquilla, dado que quería guardar en algún sitio sus zapatillas de deporte, sus pantalones cortos y su corona de competición.
El monarca se seguirá presentando a todos los partidos para ver si hay más suerte la próxima vez y el seleccionador capta la indirecta.