Miles de madrileños llevan meses intentando saturar los Servicios de Urgencias de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid para beneficiar a Pedro Sánchez y provocar una crisis en el Ejecutivo autonómico. Al menos esa es la tesis de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que culpa a los «enfermos socialcomunistas» de propiciar una huelga de facultativos que la ha obligado a despedir esta semana al número dos de Atención Primaria.
«Esta gente que acude a Urgencias por cualquier tontería lo que quiere es que Madrid se convierta en una dictadura, con los hospitales saturados y las calles llenas de gente enferma. Esa es la España de Pedro Sánchez que algunos quieren para Madrid, y no lo vamos a permitir», ha declarado Ayuso esta mañana. Su forma de no permitirlo es, al parecer, «dejar que protesten hasta que se cansen, hasta que vean que el chantaje no funciona y se les baje la ‘rojez'».
El plan de urgencias de la presidenta pasa por dar prioridad a las consultas por videoconferencia, de modo que los «pacientes de izquierda radical» no tenían ningún pretexto para «hacer propaganda sanchista a las puertas de los ambulatorios».
Al cierre de la edición, Ayuso ha declarado que «la política del Partido Popular está fuerte como un roble» y ha asegurado que «es la izquierda la que está enferma».