Los herederos de José Antonio Primo de Rivera han pedido esta semana al abad del Valle de los Caídos y a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid que se exhumen de manera discreta los restos del fundador de la Falange, enterrados en la basílica. Aunque el Gobierno agradeció en un primer momento la disposición a colaborar, luego ha mostrado reticencias al saberse que los descendientes de José Antonio Primo de Rivera consideran que «su semen todavía es de fuerza».
«Con un semen de fuerza se podría recuperar la raza española, la tecnología de hoy en día lo permite», señalaba el entorno de la familia, dando a entender que «hay un plan en marcha». El anuncio coincide además con la polémica por el evento organizado por Vox donde el grupo Los Meconios cantó «Vamos a volver al 36».
Fuentes de Moncloa admiten que «son muchas señales al mismo tiempo, todas en el mismo sentido», y se cree que «no es casualidad» que, la misma semana en la que se celebra el Día de la Hispanidad, Ortega Cano reivindique el semen de fuerza, se pida exhumar a Primo de Rivera y en el festival de Vox se luzcan disfraces de reyes, monjes y toreros.
El Ejecutivo ha recordado hoy que «los restos, incluso siendo exhumados, seguirán bajo la custodia del Estado». También ha advertido de los riesgos «incontrolables» que acarrearía experimentar «sin supervisión» con el semen de fuerza para recuperar «una raza de españoles ya extinta».
En Twitter, varios ciudadanos asustados han protestado por los supuestos planes de los descendientes de Primo de Rivera, difundiendo el hashtag «#conriverano».