Con la idea de que «si funcionó hace 66 millones de años, debería volver a funcionar», el Gobierno ha empezado a pensar en recurrir a un meteorito «de pequeño tamaño» con el que despejar a los dinosaurios que actualmente bloquean la renovación del Tribunal Constitucional. El PSOE ha presentado este martes el cuerpo astral, de un diámetro aproximado de un metro y con gran contenido en hierro.
«Es una reforma exprés con todas las garantías», ha explicado Pedro Sánchez en el Senado esta mañana posando junto al meteorito, bautizado como L-XMES.
«Hemos tardado seis meses en conseguir un meteorito adecuado, que una vez caiga reventará el edificio formando un pequeño cráter y levantando una nube de polvo que será letal para todos los magistrados, que quedarán extinguidos, confiamos, en un breve período de tiempo y de forma definitiva», ha explicado el presidente, justificando la medida, que considera «extrema pero también tradicional y con probada solvencia».
El meteorito será lanzado al edificio del tribunal por Rubentxo Guzmán, de Bilbao, el próximo 12 de noviembre.